Las siliconas destacan por ser antiadherentes y por resistir temperaturas desde - 60 ºC hasta + 250 ºC (algunas calidades hasta + 300 ºC) en condiciones normales. Los diferentes tipos abarcan tres áreas: Industrial, alimentaria y sanitaria.
En líneas generales poseen resistencia excelente al frío, ozono, envejecimiento al sol y por calor, rehinchamiento en frío y caliente, deformación por compresión. Buena resistencia a los ácidos, acetona, gasolina, aceites de motor (alifáticos) y a la llama hasta 400 ºC que es su punto de inflamación (combustión a 750 ºC), apagándose con rapidez al retirar la llama, por lo que resultan ideales para forrar conductores eléctricos; de ahí que, algunos tipos sean autoextinguibles. Soportan bien el agua hirviendo (NO VAPOR RECALENTADO) – hidrófugas. Son atóxicas. Pueden ser almacenadas por tiempo indefinido.
Poca resistencia a la abrasión, desgarro, hidrocarburos, aceites aromáticos (las inutilizan a partir de 140 ºC), disolventes de lacas, vapor de agua recalentado (las destruye si trabajan largo tiempo a 140 ºC). Son permeables a los gases.
Muy apropiadas para el moldeo de piezas y extrusión de perfiles normalizados (cuadrado, rectangular) y especiales, cordón redondo, tubería normal y recubierta, burlete con y sin adhesivo, film, plancha, anillos tóricos, fuelles, retenes, juntas de cierre hermético para autoclaves, hornos y fundiciones, etc ..., así como el recubrimiento de piezas según planos.
APLICACIONES GENERALES:
Instalaciones industriales, automoción, electrodomésticos, electrónica, aeronáutica, construcción, industria química, del frío, recubrimiento de rodillos de transporte y de imprimación, maquinaria (alimentación, medicina, etc ...)